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La curiosidad (que no fue lo que mató al gato), es necesaria para hacer una tesis

Si estás leyendo, posiblemente seas curioso. Y eso es parte de lo que necesitas para avanzar en una tesis de investigación; que no es más que un informe que concierne a un problema en un área definida de la ciencia.

Una tesis de investigación explica:

  • lo que se sabe del problema que aborda,
  • lo que se podría hacer para resolverlo,
  • lo que sus resultados significan, y
  • dónde o cómo se pueden proponer progresos, más allá del campo delimitado por el trabajo.

Pero volvamos al gato. Lo que pudo haberlo matado fue la preocupación. En exceso, la preocupación es una actitud perjudicial para la salud, que puede llegar a enfermar e incluso morir de forma prematura.

La frase que nos convoca tiene origen inglés. El texto original era “Care kills a cat”. A medida que el tiempo fue transcurriendo la palabra care se cambió por curiosity. Salvando cualquier distancia, la curiosidad es un instinto natural que engendra la exploración, la investigación, y el aprendizaje.

De allí que sea necesaria para analizar cualquier problema de la realidad. Einstein reconoció de sí mismo: «No tengo talentos especiales, pero sí soy profundamente curioso». Por eso creo que elaborar una tesis de grado es responder a la pregunta: ¿qué tan curioso eres?

La respuesta a la pregunta debe incluir estos requisitos:

  • Objetividad: basarse en datos y hechos, no en pareceres.
  • Novedad: proponer ideas, formulaciones y resultados propios del autor y alimentados por antecedentes investigados, no plagio.
  • Precisión: necesidad y obligación de exactitud y concisión.
  • Especificidad: adecuación al fin al que se destina.

Si en algo podemos ayudarte con la tesis, no dudes en preguntarnos.

 


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